Y es que aunque cada día se ponen más "parches" (si, como esos para dejar de fumar), el daño está hecho y el arreglarlo no es tarea de un día o de dos como nos quieren hacer ver con sus formulas infalibles, tiene un largo camino y con posibilidades de recaer nuevamente. Ya que el problema no ha desaparecido, puesto que nuestra forma de pensar, vestir, comer, vivir y nuestra sociedad sigue persistente pidiéndonos ciertas "necesidades" que nos incitan y casi nos obliga a seguir con esta "droga" diciéndonos que debemos/tenemos que comprar, que comer, que todo, sea o no necesario, haciendo que nuestra poca cabeza descuide nuestro entorno, mirando en las necesidades de nuestro "yo inmediato", algo así como un instinto que solo mira por sus necesidades y sus caprichos, en el que tiramos basura al suelo o en un contenedor que no sea el suyo (orgánico, plásticos,...) sea bien por nuestra vagueza innata o falta de medios, no ahorramos en energía o en su defecto usamos una energía que en su mayoría contamina mucho, además de despilfarrar las materias primas de una forma injusta y poco respetuosa con nuestro entorno social, ambiental y de sostenibilidad.
Esto no es un artículo para decir lo malos o lo catástroficos que somos y sentirnos mal, simplemente se trata de hacernos ver, abrir los ojos, y no encerrarnos en un "si no lo hace nadie para que...", o eso de "hacer como hacen no es pecado", hay que luchar y persistir en lo que se cree, hoy puede que solo seamos tu y yo, pero mañana puede que seamos más y como bien dijo Publio Ovidio Nasón:
La gota horada la roca, no por su fuerza sino por su constancia.
Imagen extraida del Flickr de Bob Jagendorf con licencia Creative Common de reconocimiento no comercial